TIENES UN FUERTE DOLOR EN LOS HOMBROS? ESO SE LLAMA TENDINITIS Y TE DIREMOS COMO CURARLO. - Veterinaria Online

TIENES UN FUERTE DOLOR EN LOS HOMBROS? ESO SE LLAMA TENDINITIS Y TE DIREMOS COMO CURARLO.

“El hombro es una articulación especialmente compleja en su anatomía y función, con infinidad de posibles patologías y combinaciones, pero hay una serie de problemas que se repiten con especial frecuencia”, explica a CuídatePlus Gonzalo Samitier, traumatólogo, jefe de la Unidad de Miembro Superior del Hospital General de Villalba (Madrid) y experto en cirugía de hombro, rodilla y artroscopia.

CAUSAS MÁS FRECUENTES DE DOLOR DE HOMBRO

Los movimientos repetitivos y la falta de ergonomía son dos de las causas que pueden llegar a provocar dolor en el hombro, tanto a nivel laboral, como doméstico o deportivo. También los traumatismos directos sobre la propia articulación pueden ser otra de las causas más relevantes, según Milagros Casado y Sandra Iturralde, directora y fisioterapeuta responsable, respectivamente, del Servicio de Rehabilitación de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) en su sede de Pamplona.

Samitier afirma que si exceptuamos las fracturas y luxaciones secundarias a traumatismo y nos centramos en el dolor de hombro sin antecedente de golpe o esfuerzo evidente, los problemas más habituales son:

En los más jóvenes, por debajo de 30-40 años, sobre todo los más deportistas, lo más habitual son los problemas del labrum glenoideo. El dolor es más limitante con la actividad física intensa o los movimientos repetitivos. La lesión del labrum en la región superior se denomina ‘lesión de SLAP’ y es especialmente frecuente porque justo ahí se inserta la porción larga del tendón del bíceps. En ocasiones estos pacientes tienen antecedentes de inestabilidad del hombro, es decir, se les «sale» el hombro de su sitio (parcial o totalmente) y acaban lesionando todavía más el labrum y los ligamentos que mantienen esta articulación en su lugar.

Por encima de los 50 hasta los 75 años lo más habitual es la patología del manguito rotador, que cuando se daña produce un dolor en la cara lateral del hombro y muy a menudo dolor nocturno. Los tendones pueden estar simplemente inflamados (tendinitis), presentar calcificaciones (tendinitis calcificante) o llegar a la rotura que puede ser parcial o completa. Cuando existe rotura completa de uno o varios tendones y cuando el tratamiento conservador (mediante rehabilitación, antiinflamatorios e infiltraciones de corticoide) no es eficaz durante meses, continuando la persona muy limitada y dolorida, a menudo la mejor opción es la cirugía artroscópica llevada a cabo por un especialista de hombro, que será quien pueda ofrecernos los mejores resultados en función de nuestra lesión. El tendón largo del bíceps también se daña con frecuencia en estos pacientes, pero puede tratarse en el mismo momento que el resto de tendones durante la intervención.

Por encima de los 75 años lo que solemos encontrar en consulta son pacientes ya con artrosis. Primaria, sin motivo aparente más que el paso de los años, o secundaria a la rotura de larga evolución de los tendones mencionados. Si el paciente está muy limitado, y los tratamientos conservadores no son eficaces, la prótesis de hombro ofrece excelentes resultados y una franca mejoría en la calidad de vida.

DEPORTES Y HÁBITOS POSTURALES.

El jefe de la Unidad de Miembro Superior del Hospital General de Villalba habla, a continuación, de cómo influyen el deporte y los hábitos posturales sobre las lesiones de hombro.

El deporte y el trabajo físico intenso, donde interviene la articulación del hombro de forma predominante, claramente puede desencadenar problemas a medio largo-plazo. En los jóvenes, los deportes de lanzamiento, de contacto o de lucha a menudo producen problemas del labrum o inflamación y desgaste del manguito rotador, que obligan a una intervención para reparar dichas estructuras si se quiere seguir practicando el deporte a un nivel de intensidad elevado.

Sin embargo, la misma lesión en el paciente poco activo o que decide disminuir la intensidad y frecuencia de su actividad física o deportiva, suele ser es bien tolerada y no precisa más que un tratamiento rehabilitador y observación en el tiempo. Diferente es cuando hay una rotura completa de uno o varios tendones del manguito rotador. En esos casos, cuanto más joven es el paciente, sobre todo por debajo de 55-60 años, mayor es la recomendación de cirugía reparadora porque con el tiempo la lesión se hace más grande y el pronóstico de la cirugía que inicialmente suele ser muy favorable, empeora si se trata la lesión demasiado tarde.

Los hábitos posturales realmente no producen lesiones en el hombro, lo que sí ocurre a menudo es que un hombro ya dañado, cuando nos apoyamos sobre él o lo sometemos a determinadas posiciones, se intensifica el dolor. Esto es muy característico en las personas con problemas del manguito rotador; el dolor nocturno les impide descansar y es muy frustrante por la imposibilidad de descansar de forma adecuada. También aquellos profesionales que realizan esfuerzos repetitivos, siempre en una misma posición, elevando los brazos o echándolos hacia delante, a la larga se pueden dañar los tendones del hombro por sobrecarga siempre de las mismas estructuras y porque existe una fricción de los tendones contra el acromion -zona ósea de la escápula que forma el techo de la articulación y que es fácilmente palpable en la parte superior del hombro-.

Para Casado e Iturralde, ambas circunstancias pueden provocar lesiones de hombro. “La práctica de deportes que implican mayor explosividad y velocidad de movimiento, como los de lanzamiento, tenis, pádel, baloncesto, balonmano, si no están acompañados de unos buenos hábitos posturales o una buena técnica de lanzamiento, pueden llegar a provocar lesiones sobre dicha articulación”.

¿QUÉ HACER CUANDO APARECE DOLOR EN EL HOMBRO?

Lo primero, comenta Samitier, hay que diferenciar si ha sido una lesión aguda desencadenada por un esfuerzo o caída o de si se trata de una lesión que ha aparecido de forma progresiva.

En las lesiones traumáticas más incapacitantes hay que realizar, como mínimo, una radiografía y suele ser aconsejable una resonancia magnética nuclear o, en su defecto, una ecografía para descartar fracturas de hueso, luxaciones, lesiones de tendones, ligamentos o del labrum, entre otras.

Si el dolor ha aparecido progresivamente, pero no es muy limitante, el simple hecho de bajar el ritmo, los antiinflamatorios no esteroideos y ejercicios suaves de movilidad y fuerza pueden ser suficientes. La rehabilitación y/o fisioterapia es de gran ayuda en estos pacientes y se han de mantener los ejercicios recomendados de  tres a seis meses, antes de considerar que el tratamiento conservador no está funcionando.

Las infiltraciones pueden ser muy eficaces en los casos más leves de inflamación de los tendones, pero no lo son tanto cuando hay una rotura completa de un tendón o del labrum, en cuyo caso la solución última será una intervención quirúrgica.

Las expertas de la CUN refuerzan esta recomendación, señalando que el paciente “debería ser valorado por un médico especialista para tener buen diagnóstico de dicha patología”.

¿Y SI ESE DOLOR PERMANECE?

“Si el dolor de hombro permanece y si es incapacitante a pesar del reposo, los antiinflamatorios, las infiltraciones y/o un periodo de rehabilitación y fisioterapia de al menos tres meses, entonces hablamos de un fracaso del tratamiento conservador. Es entonces el momento de consultar a un especialista de hombro, siguiendo un abordaje individualizado para cada lesión y paciente. En manos expertas, se puede decir que a día de hoy existe una solución para la gran mayoría de los problemas de hombro”, dice Samitier.

“Además de ser valorado por un médico o profesional especialista, se debería evitar, en la medida de lo posible, una actividad excesiva sobre la articulación, ya sea tanto en el ámbito laboral, deportivo o relacionado con las causas que lo generen. También sería recomendable adoptar buenos hábitos asesorados por un profesional cualificado”, señalan Casado e Iturralde.

LA IMPORTANCIA DEL REPOSO Y CÓMO DEBE SER.

“El reposo del hombro es aconsejable después de un esfuerzo o un traumatismo que hayan generado dolor e inflamación, pero a menudo no debe ser un reposo absoluto pues éste conduce a la rigidez y la atrofia muscular que después va a costar mucho remontar”, indica Samitier.

En la mayoría de los casos, expone este especialista, se trata de hacer un reposo activo en el que se van introduciendo semana a semana ejercicios suaves de movilidad del codo, movimientos de péndulo, elevación del brazo con ayuda y, al final, ejercicios de fortalecimiento. Dichos ejercicios de potenciación de la musculatura del hombro y la escápula -ya sea con gomas, poleas o en piscina- y tener los hombros en una posición correcta hacia detrás, son altamente recomendables en casi cualquier problema de esta articulación.

LA REHABILITACIÓN CONSTITUYE UNA PARTE IMPORTANTE DEL TRATAMIENTO DEL DOLOR DE HOMBRO.

PASOS DEL TRATAMIENTO

Samitier insiste en que lo principal es un buen diagnóstico, “sin éste corremos el riesgo de infra o sobretratamiento de la lesión. La primera medida para paliar el dolor del hombro suele ser el reposo, y en segundo lugar, los analgésicos y antiinflamatorios vía oral y la rehabilitación asociada con técnicas de fisioterapia. Si nada de esto es eficaz, el último paso antes de una intervención sería la infiltración articular, que consiste en una o varias inyecciones, generalmente de corticoide más anestésico local, en la zona lesionada y dolorosa. Aunque esto no siempre se recomienda, sobre todo si vamos a acabar igualmente en una cirugía”.

En cuanto a la rehabilitación, desde la CUN recuerdan que “son muchas las técnicas aplicadas para aliviar el dolor, además del reposo y del asesoramiento más conveniente en relación a la actividad que el paciente realice. Es importante también coordinar de forma conjunta con el médico rehabilitador, quien además de diagnosticar la patología del paciente, puede pautar un tratamiento farmacológico para optimizar su analgesia”.

CONSEJOS PARA PREVENIR EL DOLOR DE HOMBRO

En general, Casado e Iturralde recomiendan evitar, en la medida de lo posible, los movimientos repetitivos, manipulación de cargas excesivas, fomentar la ergonomía y una buena actitud postural, y ante cualquier duda preguntar a un profesional especialista.

EN CONCRETO, EL TRAUMATÓLOGO OFRECE ESTOS CONSEJOS:

El viejo dicho de que para hacer deporte hay que estar en forma y no al revés se puede aplicar también para el hombro. La preparación física y una adaptación progresiva a los esfuerzos es muy recomendable. En deportes de lanzamiento como el béisbol, sófbol, fútbol americano (quarterback) y algunas disciplinas del atletismo, hay que limitar el número de lanzamientos por temporada, especialmente a los niños, para minimizar el riesgo de crear lesiones crónicas del hombro o del codo.

Asimismo, se ha de cuidar mucho el uso de una técnica adecuada para cada tipo de deporte, ya sea de lanzamiento u otros como la natación, donde el movimiento de los brazos y hombros tiene un papel determinante.

Para aquellas personas, deportistas o no, que por su trabajo tienen que realizar esfuerzos de forma habitual con los brazos, se puede aplicar la misma filosofía de mantener una buena condición física y utilizar el sentido común buscando medidas que no lleven a la sobrecarga y la lesión, como pueden ser: cambiar de forma periódica de actividad para que no sea siempre el mismo gesto el que realizamos, dosificarse en los esfuerzos, buscar ayudas que mejoren el puesto laboral y, por último, utilizar los periodos vacacionales del año para dar descanso al hombro.

Hace unos días sentí un dolor insoportable que no me permitía casi mover los hombros y era por una inflamación de un tendón, cuando recurrí al doctor, me indicaron unos analgésicos que me aliviaron por un instante, pero no fue hasta probar esto que pude sentirme mejor.