Las fresas son frutas de temporada frágiles que se conservan con dificultad. Sin embargo, he explorado varias técnicas a lo largo del tiempo para poder conservarlas más tiempo en el refrigerador o en el congelador, sin alterar su sabor.
Para conservar las fresas por más tiempo, aquí tienes algunos consejos:
Refrigeración: Guarda las fresas en el refrigerador. La temperatura fría ralentiza el proceso de maduración y descomposición. Es mejor mantenerlas en su envase original o en un recipiente ventilado para evitar la acumulación de humedad.
No las laves antes de almacenarlas: La humedad puede hacer que las fresas se pudran más rápido. Lava las fresas justo antes de comerlas, no antes de guardarlas.
Revisa y retira las fresas en mal estado: Si encuentras alguna fresa que esté dañada o en mal estado, quítala del grupo para evitar que el moho o la descomposición se extienda a las demás.
Usa una caja con ventilación: Si puedes, usa una caja de almacenamiento con ventilación para las fresas. Esto permite que circule el aire y reduce la humedad que puede acelerar su deterioro.
Congelación: Si tienes muchas fresas que no puedes consumir a tiempo, congélalas. Lávalas, quítales el tallo y colócalas en una bandeja en una sola capa para congelarlas. Luego, transfiérelas a una bolsa o recipiente para congelar. Puedes usarlas directamente del congelador en batidos o postres.
Estos pasos deberían ayudarte a prolongar la frescura de tus fresas.