Consejos para elegir el disfraz de tu mascota - Veterinaria Online

Consejos para elegir el disfraz de tu mascota

Durante este tipo de celebraciones nos resulta original y gracioso disfrazar a nuestro animal de compañía como nosotros o como nuestro compañero de fechorías. Pero no debemos perder de vista que, a diferencia de nosotros, sus disfraces deben estar convenientemente adaptados al animal para que no resulte incómodo o ponga en peligro su seguridad.

Por eso, en este artículo hemos querido recoger qué debemos tener en cuenta para elegir el disfraz de nuestra mascota.

Que sea cómodo

Sí, sabemos que es una obviedad, pero no todos los disfraces lo son. Nuestra mascota, como animal que es, va a moverse, saltar, correr… y tiene que poder hacerlo con normalidad. Eso implica que el traje tiene que ser holgado para no reprimir sus movimientos y tiene que estar fabricado con una tela flexible, precisamente por lo que ya hemos comentado: para que no le moleste al moverse ni le cause lesiones.

Que sea seguro

Es decir, que no le quede demasiado ajustado para provocarle daños en la piel o el pelo, que no le pueda asfixiar cuando se mueva, que no se suelten partes del traje que se pueda tragar o con las que se pueda quedar enganchado en algo…

Que no le provoque calor

Aunque nosotros tengamos frío, su temperatura corporal es diferente a la nuestra, ya que está regulada por el pelo y la piel que cubre su cuerpo. Por eso, nada de emplear telas que provoquen calor, como lanas, panas, tejidos polares… Lo ideal es que sea fino y que esté realizado en un tejido que traspire.

Que no lleve maquillaje

Los animales tienden a lamerse, por lo que se llevarán con la lengua cualquier residuo que le hayamos puesto en el cuerpo. Por eso, tenemos que evitar emplear maquillaje cuando le disfracemos.

Si elegimos disfrazar a nuestro perro o gato, no podemos tenerlo todo el día con la vestimenta puesta. Con un rato será más que suficiente para hacerle unas fotos y jugar un rato. Lo que él valorará no será lo guapo que le hayamos puesto, sino el tiempo que le hayamos dedicado

Disfrazar a nuestra mascota es una opción muy personal que en ningún caso debe ser obligatoria para el animal. Por eso, aunque a nosotros nos parezca que está muy gracioso y nos encante, es importante que pensemos cómo se siente él. Si no quiere ponerse la prenda o trata de quitársela, es mejor que le dejemos a su aire. El hecho de que no esté disfrazado no es impedimento para que no podamos disfrutar de un Halloween a lo grande con él.