Pero la dieta casera debe ser revisada por el veterinario para que el animal no sufra ningún déficit alimentario. Uno de los ingredientes que pueden incluirse en la dieta canina es la soja, por sus múltiples propiedades alimentarias y los beneficios que esta planta tiene para la salud. De hecho, este es el ingrediente fundamental de aquellos piensos especiales para perros alérgicos al trigo o al maíz. Por tanto, ya forma parte de la alimentación de algunos cánidos.
Eso sí, a pesar de sus efectos positivos, como todo en la alimentación, no es recomendable abusar de ella. Por tanto, su incorporación a la dieta debe ser supervisada por el veterinario.
Beneficios de la soja en el perro
- Como leguminosa que es, la soja aporta la dosis proteínica que los perros necesitan para disfrutar de unos huesos y músculos fuertes. Además, al ser una proteína vegetal, pueden consumirla aquellos animales que siguen una dieta vegetariana o vegana.
- Favorece el tránsito intestinal. Se digiere fácilmente y ablanda las heces, lo que facilita la digestión y el tránsito intestinal. Está especialmente indicada en casos de cánidos con heces duras.
- Ayuda a prevenir el sobrepeso. A diferencia de otras legumbres, la soja no tiene muchas calorías. De este modo, se recomienda en casos de perros que estén sometidos a dieta para perder peso.
- Combate los signos de la edad. La soja ayuda a la reproducción celular y retrasa el envejecimiento del animal, sobre todo a nivel mental, pues beneficia a la memoria.
- Es rica en nutrientes. Contiene vitaminas A, B y E, así como potasio y fósforo.
¿Cómo incorporar la soja en la dieta del perro?
Podemos incorporar la leguminosa en los platos caseros que elaboremos para nuestro perro, pero, como ya hemos señalado, no debemos abusar. Lo ideal es que el animal siga una dieta variada y que la soja forme parte de dicha dieta. Así pues, y a pesar de los beneficios de esta leguminosa, no es aconsejable que la consuma todos los días, sino que se alterne con otros alimentos.
Para que el cánido la consuma bien, podemos mezclarla con otros ingredientes, como la carne, por ejemplo. Siempre con comidas caseras; nunca con pienso. Hemos de pensar que los piensos cuentan con ingredientes determinados para ofrecer un valor nutricional específico y la incorporación de la soja podría no ser una buena combinación.
En cualquier caso, lo ideal es que lo comentemos con el veterinario, para que nos dé las pautas necesarias para llevar una buena alimentación y nos sugiera qué platos casan mejor con esta proteína vegetal.