Síndrome de Noé, trastorno de acumulamiento compulsivo de animales - Veterinaria Online

Síndrome de Noé, trastorno de acumulamiento compulsivo de animales

Esta enfermedad es muy similar al síndrome de Diógenes, que consiste a acumular objetos en el domicilio de la persona que lo sufre de manera compulsiva y obsesiva. En el caso del síndrome de Noé, el trastorno supone un acumulamiento compulsivo de animales, da igual la raza o el espacio del que se disponga, da igual si se cuenta con medios para su alimentación o si esos animales conviven en condiciones de salubridad e higiene adecuadas. Las personas que padecen este problema emocional no prestan atención a ello, solo están obsesionadas con acoger animales y lo hacen movidos por impulsos irresistibles que le impiden ser conscientes realmente del trastorno que ello supone.

¿Qué consecuencias tiene para los animales?

Como ya hemos apuntado, las personas que padecen síndrome de Noé acumulan sin orden ni concierto animales en su hogar, que se convierte en un completo caos. No se preocupan por nada, ni por proporcionar unas mínimas condiciones de higiene entre los animales, ni por alimentarlos, ni por establecer unas áreas destinadas a ellos. No existe una preocupación por los animales, puesto que su cuidado a menudo es ínfimo, o no existe siquiera. Esta acumulación se produce en todas las estancias del hogar, así que es habitual que las viviendas de estas personas se presenten como casas ocupadas íntegramente por animales que se disponen a sus anchas por baños, cocinas, dormitorios, terrazas…

Esta situación de completo abandono tiene consecuencias debastadoras para los animales:

  • Conviven con sus propios excrementos, en condiciones higiénicas lamentables, por lo que su salud se resiente de manera importante. Suelen presentar enfermedades que deben ser tratadas.
  • No están vacunados ni reciben el seguimiento de ningún veterinario. Ello se traduce en animales infectados de garrapatas, pulgas y demás parásitos que transmiten enfermedades que son muy peligrosas para los propios animales y para los individuos que conviven con ellos.
  • No reciben alimento. Los animales que viven en una situación así suelen estar famélicos, delgados, con signos evidentes de malnutrición y deshidratación.
  • Tienen problemas de comportamiento. Es normal encontrar a animales con heridas de mordidas causadas por peleas entre ellos. Los animales tienden a volverse violentos, agresivos, y pueden asediar a otros más débiles para hacerles daño o simplemente para alimentarse.

 

El síndrome de Noé es un problema de salud y de estabilidad emocional tanto para la persona que vive allí como para los animales. Por eso, si sospechamos que algún conocido puede sufrir este trastorno debemos pedir ayuda tanto psicológica y médica como asistencial para poder ofrecerle bienestar a los animales y a la persona enferma.