Cómo alimentar a un perro mayor - Veterinaria Online

Cómo alimentar a un perro mayor

Debemos tener en cuenta que, como los humanos, los perros mayores pueden sufrir de enfermedades relacionadas con su edad, como pérdida de visión y/o de audición, artritis, disfunción cognitiva, incontinencia urinaria…, y que tendrán menor movilidad con respecto a los cánidos más jóvenes.

Por ello, los dueños de perros mayores deben hacer cambios en su alimentación para que esta se adapte a las necesidades nutricionales que los animales demandan. De este modo, es importante que los perros sigan una dieta reducida en grasas.

Como se mueven menos que los perros jóvenes, gastan menos energía y, por tanto, queman menos grasas. Para evitar sobre peso y enfermedades asociadas a ello, es importante que descienda la presencia de las grasas en su comida.

En cambio, debe incrementarse la ingesta de proteínas, ya que estas se encargan de retrasar los efectos del envejecimiento, además de contrarrestar la pérdida de masa muscular típica de la edad.

Como hemos apuntado, la movilidad de estos cánidos se ve reducida. Por ello, es fundamental que rebajemos las cantidades de comida de los perros mayores. La obesidad y el sobrepeso son un problema importante en los perros viejos, puesto que perjudica sus articulaciones, complica otras afecciones que pueda padecer y limita aún más su movimiento. De ahí que sea necesario descender la cantidad de calorías. Con un 20 % menos, pueden hacer su vida con normalidad sin que cojan kilos de más.

También debemos incluir más fibra, puesto que a esta edad pueden sufrir problemas en el tránsito intestinal. La presencia de fibra le ayudará a quemar grasa y beneficiará sus digestiones.

Además, es importante complementar su alimentación con vitaminas que retrasen los efectos que los años tienen en el animal. Entre ellas, es fundamental que aumente la ingesta de vitamina C, que beneficia a la actividad cerebral del cánido y reduce las posibilidades de que el animal padezca enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Los suplementos deben incluir también triptófano y fosfatidilserina. El triptófano es un aminoácido que incide en el ánimo del perro y le ayuda a estar tranquilo y a dormir mejor. Por su parte, la fosfatidilserina ayuda a contrarrestar los efectos de la pérdida de memoria vinculada a la edad.

Con estos cambios en la alimentación del perro conseguiremos estabilizar el desgaste de la vejez y haremos que se sienta aún ágil y feliz.